Zulú - Dia -40


Los preparativos remotos están ya hechos. Me refiero a los que implica la decisión de ir,  disponer de los días necesarios, seleccionar y empastar un buen grupo  y crear la ilusión colectiva indispensable para el éxito de la travesía. Ahora quedan otras muchas otras cosas, las operativas, todas ellas cruciales que, sin embargo,  se van cumpliendo con una razonable programación.
El Zulú está en Las Palmas, sometido al mantenimiento anual, antifouling, revisión de los equipos, remodelación de la toldilla y renovación de butacas de la cámara. Fernando, uno de los nuestros, le hará una visita en compañía del armador en los próximos días. Esperamos ansiosos ver las detalladas fotos que nos ha prometido.
Mientras tanto, se ha confirmado el nombre del patrón del Zulú que, en esta singladura, será Antonio Escribano, bien conocido en los ambientes náuticos desde hace muchos años por su participación en incontables regatas. Como todavía no le conocemos personalmente, algunos de nosotros iremos a verle a Altea la semana que viene. Esperamos poder revisar con él múltiples asuntos  antes de la partida  y acordar, entre otras cosas,  aspectos  tan básicas como menús, ropa, seguridad y régimen de vida a bordo, dada su experiencia en estas singladuras.
Antonio estará en Las Palmas una semana antes de la salida oficial  con el fin de revisar el barco y preparar todo lo indispensable. Los ocho integrantes de la tripulación nos incorporaremos  al Zulú el día 20 de noviembre.
Las responsabilidades están ya asignadas en lo fundamentalm aunque siempre sometidas a revisión y al mejor entendimiento entre todos. Los turnos de guardia están acordados. En lo demás, todo el mundo va a hacer de todo pero cada uno, además, tendrá especiales responsabilidades. Tenemos en Rogelio un sanitario de lujo al que nos hemos comprometido a no dar demasiado trabajo. Se supone que viene a navegar no a ejercer su profesión sanitaria. Lola, nuestra especialista en ecología no sólo ayudará a mantener sostenible la biosfera sino que velará  por el cumplimiento, conservación y organización de los partes de navegación y el adecuado reflejo en ellos de los acaecimientos diarios. Maite ha aceptado el encargo  de velar por la adecuada inspección interior y exterior del barco, con atención especial al orden y la adecuada estiba y seguridad de los objetos. Fernando se encargará de las comunicaciones, desplegando sus habilidades tecnológicas y su experiencia en la navegación aérea. Eduardo y Juan han preparado concienzudamente la lista de víveres y pergeñado los menús que se van a servir, si las circunstancias no alteran las previsiones. También ellos van a operar como responsables de suministros y cocina, aunque estarán bien asistidos  por todos los demás. Adicionalmente, Juan va llevar las cuentas del grupo para asegurar la economía, claridad y buen reparto de los gastos y Eduardo, inspirado por los alisios, escribirá una crónica de estos días singulares en nuestras vidas. Quedan para el final, Ramón y Juanma para que no crean que su responsabilidad en la navegación  les da algún privilegio especial.  Junto a los quehaceres propios de la estrategia de navegación y las maniobras y operaciones específicas, Ramón ha prometido introducirnos en el mundo del yoga. Y Juanma pretende dejar testimonio gráfico en video de los pormenores de la singladura.  En suma, una tripulación variada, con capacidades singulares, presta para ponerlas al servicio del objetivo común del éxito de la travesía 

El paso de los días ha sido lento hasta ahora. El 23 de noviembre parecía una fecha muy lejana  al terminar el año pasado. Pero el tiempo se ha acelerado y empezamos a sentir ya la comezón del viaje próximo con toda su carga emotiva. 

Hoy, a cuarenta días de la salida, Iniciamos también este blog, con la intención de que nuestros amigos y familiares puedan seguirnos y saber de nosotros. Será colectivo, escrito a varias manos, con tanta diversidad como la que ha hecho posible la aventura del Zulú. Esperemos que seamos capaces de asegurar su adecuada continuidad